Cuando en España aún estábamos a vueltas con esa droga misteriosa llamada píldora anticonceptiva y el divorcio era cosa innombrable, los progresistas y enrollados suecos ya iban por la liberación de la mujer y la revolución sexual. La sociedad modelo de la Suecia de los 70, sin embargo, escondía una buena montaña de mugre bajo la alfombra. Call Girl cuenta una trama policíaca -basada en un caso real- en la que altos cargos políticos se ven envueltos en un escándalo de prostitución que seguimos a través de Iris, adolescente rebelde que termina enredada en el “negocio” mientras la policía hace la vista gorda.