Un hombre esconde a su perro de las autoridades islámicas. Una chica llega a la casa de este huyendo precisamente de las autoridades. No salimos de la casa y el exterior parece una amenaza. Un arranque contundente para una película crítica y tensa, en la que hay espacio para lo autorreferencial, para la aparición de un Jafar Panahi que, aunque recluso en su casa, sigue haciendo cine.