Tres jóvenes garibaldianos vuelan un cuartel de las tropas mercenarias pontificias, causando veinte muertos. Dos de ellos son condenados a muerte mientras que el tercero, hijo de una condesa y uno de los jueces vaticanos, se salva gracias a la desaparición de su expediente por mediación de su padre, que intentará, asímismo, salvar a los otros dos jóvenes.