Un empresario taurino, de nombre Carlos, aparece asesinado. Su secretaria y un periodista comienzan a investigar las circunstancias que rodean el crimen, terminando por sumergirse en el submundo de las mafias de la droga. Carlos murió por un ajuste de cuentas al quedar claro que se dedicaba al tráfico de estupefacientes, usando para ello el traje de luces de uno de sus toreros sin que él lo supiera.