Dos ancianos sacerdotes taoístas, Chi Men (Leung Kar Yan) y Dun Jai (Yuen Cheung Yan), que aprenden su magia del mismo maestro, siempre se pelean entre sí. Brindan alegría y conocimientos de kung fu al joven (Yuen Yat Chor), quien se presume erróneamente que es el príncipe heredero de la Corte Imperial, desaparecido desde la infancia. El emperador envía un eunuco con los poderes mágicos para detener al joven. Pero primero debe tratar con Chi Men y Dun Jia, que son los protectores del joven.