Marzo de 1944. Mientras que el planeta es sacudido por los sobresaltos de la Guerra Mundial, en una pequeña esquina de un pueblo francés también se libra una batalla alrededor de un juego entre niños. Desde hace tiempo, los pillastres de los pueblos vecinos de Longeverne y Velrans se enfrentan sin piedad. Pero esta vez, su guerra va a tomar un giro inesperado cuando deciden arrancar a cada uno de los prisioneros los botones de sus vestimentas, de forma que no puedan abrocharse, y terminen yendo casi desnudos por las calles a modo de humillación. El pueblo que coseche más botones, será el vencedor de esta contienda. Al margen de este conflicto, Violeta, una joven de origen judío, le robará el corazón al jefe de Longeverne antes de conocerse la verdad de su origen. Bajo esta historia de peleas infantiles, se esconde la eterna lucha de rivalidades entre los hombres que termina ocasionando las verdaderas guerras entre los pueblos.