El 9 de octubre de 1967 el sargento Mario Terán entró en el cuarto donde Che Guevara fue capturado y le disparó. Después de un año de guerrilla en Bolivia, Che ahora yacía muerto. Su sueño de unir América Latina con la revolución armada llegaba a su fin. Se acusa de culpable de su muerte a su anterior teniente, Ciro Bustos, quien dibujó el retrato de Che para el ejército boliviano. Bustos se mantuvo en silencio; hasta que finalmente nos aporta su visión de los acontecimientos, la cual plantea varias dudas sobre cómo se ha escrito esta historia.