Murio el gran pintor del Renacimiento Raphael Sanzio a causa del frío que cogió en las ruinas de Roma. O fue por agotamiento de placer. Solo una persona conoció la verdad, Margherita Luti, la ardiente y ambiciosa esposa romana del panadero quien, posando como modelo y siendo la amante del artista, fue testigo de sus últimos momentos de vida.